Aretes de chapita
A pesar que muchos no son muy habilidosos para las manualidades, creo que todos en su infancia han jugado con chapitas aplastadas para hacer panderetas y ese tipo de cosas que hacen en el colegio para desarrollar habilidades psicomotoras. La técnica no es nada complicada, cojes un martillo y una chapita y empiezas a estirar los bordes hasta que quede plana. Claro, algunas salen chuecas y dañadas pero otras quedan lindas y lisas.
Ahora, de adultos, podemos seguir recuperando las chapitas para hacer miles de cosas. Por ejemplo, he visto que hacen unas bandejas desayuneras super lindas con ellas. Y en este caso, recojo la experiencia de alguien que las convirtió en aretes uniendo dos chapitas para las dos caras tengan color y listo. Nada del otro mundo y algo práctico para hacer y usar.