Si tuviera una casa gigante creo que me la pasaría recolectando las cajas de fruta que veo abandonadas en la noche en las calles. Luego de ver las cosas lindas y maravillosas que hacen con ellas no concibo que antes no les haya otorgado el valor merecido. Claro, no todas están en condiciones de ser recuperadas, pero como tienen una estructura tan básica, cambiar una o dos tablas no es nada complicado. En esta oportunidad encontré esta cajonerita que se armó para decorar un baño.

Lo primero que deben hacer es limpiar y lijar las maderas. Tratar de quitarle todas las astillas posibles y darle una buena mano de barniz o pintura. Ahora hay que ponerle un tipo de “rieles” que permitan que las canastitas se acomoden en niveles y que puedan salir fácilmente. Para eso podemos buscar pedazos de madera de unos 2 cm. también pueden ser útiles los palitos de bambu o carrizos usados en arquitectura siempre que no pongan mucho peso en las gavetas. Para asegurarlas pueden usar clavitos y un buen pegamento (hay uno que se llama “no más clavos” que es formidable). Luego adapten las cajitas, pueden ser de madera, canastitas de mimbre o de cartón. Y listo.

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